En medio del océano Pedro Mar, lleva tres días sin sacar ni un solo pez, pero sin hambre pues llevaba mucha comida chatarra para alimentarse. Lamentablemente toda esa basura la botó al mar, lo que causa su enojo y formándose una tormenta. Temeroso y muy cansado, Pedro volvió a su cabaña y mientras dormía, en un extraño sueño se le apareció el espíritu de la naturaleza para enseñarle que el mar y toda la naturaleza hay que cuidarla y no contaminarla. Al despertar se dá cuenta de su tremendo error y decide disculparse con el mar y comprometerse a no contaminarlo nunca más. Finalmente el mar lo recompensa con una generosa pesca y la satisfacción de haber aprendido a respetar a nuestro pequeño y bello planeta.
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